Descripción
Introducción y traducción de David González Gude.
Egipto, en los siglos IV y V, vio florecer y fructificar un poderoso movimiento monástico. Siguiendo el ejemplo de Antonio, se establecen colonias de anacoretas, alrededor de Amón el Nitriota o Macario el Egipcio, al oeste del delta del Nilo en los desiertos de Nitria, las Celdas Scitia… La vida eremítica, con sus dificultades materiales y sus riesgos espirituales, no puede ser improvisada. Es el objeto de un aprendizaje, de una enseñanza transmitida de maestro a discípulo. El monje novicio recoge del experimentado asceta al que pregunta, su abba u otro santo monje, una palabra sabía que meditará y guiará su conducta: el apotegma. Breves oraciones cortas que reflejan una espiritualidad viva y diversa y con una influencia enorme en el monasticismo oriental.
David González Gude (1992), licenciado en Ciencias Religiosas, conoció de primera mano la espiritualidad monacal al vivir entre monjes. Al buscar e l origen de esa espiritualidad se encontró con los Padres del Desierto, que se han convertido en el centro de sus estudios.